sábado, 14 de agosto de 2010

decidirse a mirar

Querer que las cosas salgan bien está en uno, y si las cosas no resultaron como nosotros no queríamos, está en uno la forma en que tomarse ese fracaso. Porque, a fin de cuentas ¿Qué es un fracaso? No existen los fracasos. Preferible tomárselos como experiencias. Esa si que es una buena palabra. Si consideramos todo lo que nos sale mal como un fracaso deberíamos estar todos tirandonos desde nuestros balcones y eso no es lo que nosotros queremos (a que a veces un poco de altura nos tienta, díganme si no). El “fracaso” asusta, y cuantas ve

ces todos nosotros dejamos de hacer cosas, o intentar hacerlas, por miedo al fracaso. Creo que si todos nos ponemos a pensar que el fracaso no existe, tal vez nos arriesgásemos más, disfrutaríamos más, viviríamos más. Por de la experiencia se aprende, y porque

siempre, las cosas malas son las que nos hacen crecer. Toda la vida es una gran experiencia, siempre. Cada cosa que hacemos está directamente ligada con su resultado, con lo que repercute en nuestro entorno. Lástima que a veces no lo vemos. Yo, personalmente, no veo esas cosas, y estaría re copado que las empiece a ver, así (creo yo) me estresaría menos, viviría un poco más tranquila, dejaría que las cosas fluyan, en vez de darle tanta importancia a pelotudeces, y me fijará más en las cosas que si merecen una atención especial y que a veces por estar tan metida en Micaela, no me doy cuenta, y se me van de la vista. Básicamente hoy es un buen día, está nublado, pero es un buen día. Dormí muy pero muy bien, y decidí no salir por UNA noche con mis amigos y quedarme con mis viejos, salir con ellos, hablar con ellos. Disfrutar de lo que estoy viviendo ahora sin pensar que afuera debe haber millones de muchachos enfiestándose por la vida. Yo, hoy, voy a estar tomando un café instantáneo a las 2.30 AM y voy a estar feliz de estar ahí reunida con mi familia. Amén.

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