domingo, 6 de marzo de 2011

tengo tiempo y tengo paciencia


Cumplir 17 años me pegó fuerte, fue raro, extraño, confuso, enquilombado. Si bien este tipo de pensamientos, que más adelante redactaré, empezaron antes de cumplir años, persisten hasta el día de la fecha, pasado mi japi berdei, y estoy segura y espero que sigan por mucho tiempo más. Pasaré a contar cuales son estos tipos de pensamientos y sentimientos. Tengo ganas de desentenderme de las cosas que a mi, realmente NO ME INTERESAN.Porque, siéndome sincera a mi persona, por muchos años, me preocupé por cosas, que ni Teresa de Calcuta le importarían, y es más, me hacia mala sangre por ello. En estos pagos, y en estos tiempos, me di cuenta que esas cosas no tienen ningún tipo de importancia en mi, que no tienen que seguir estando en mi vida, así que decidí dejar de preocuparme, y lo curioso es que lo logré. Yo creo que fue, porque realmente lo deseaba y tenía todas las energías puestas en ello. Claro y vivido ejemplo de esto que estoy contando, fue el hecho de empezar a suprimir y borrar gente de mi cuenta de Feisbuc, que no conozco, y como si fuese poco, me llenan el inicio de grupos tales como : " si nunca te fracturaste el fémur, no tenes vida ", o " yo también tengo tele en mi comedor ", o " unite si tu nombre tiene vocales ", entre muchos otros, que de solo pensarlo me pone un poco violenta. En fin, adiós árabes, adiós gente desconocida, adiós. El próximo paso es borrar gente que si conozco, pero no me interesan, con todo respeto, pero todavía no estoy preparada para ser una vieja chota, así que eso lo dejaré para un par de meses más. Otro ejemplo de la deliciosa crisis mental que estoy viviendo fue la de empezar a escribir mis memorias y pensamientos en un cuaderno (cortesía de Marianita, muchas gracias), que como ella bien dijo, "sería como tu blog, pero solo para vos", y fue interesante no, porque yo acá en este sitio de la inmensa internet, escribo cosas porque me gusta compartir con otras personas esto que pienso, pero en un "diario" si se lo puede llamar así, escribo esas cosas que solo Micaela y yo saben, esas cosas que me guardo siempre, y que nunca nunca dejé que salieran. Y no digo que estas cosas me hagan mal guardandomelas, simplemente todos tenemos esas cosas que las discutimos con uno mismo, y que no dan ganas de que otro las sepa. Es lindo, poder descargarse y después poder volver a mirar y leer todo lo que sale de mis neuronas. En fin, llegó el cambio señores, y estoy alegre con eso, porque que se yo, bien no estaba, no digo que ahora si, pero es una mejora y un paso más atrás del inminente suicidio en masa de varias personas de mi circulo de confianza, que tanto amo. No se que tuvo que ver esa ultima linea con el texto, sepan disculpar.

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